Lo único concreto, de proyección y teóricamente sostenible, realizado hasta el momento, en términos objetivos, es el inicio del funcionamiento del COSAC, versión Metropolitano I, (ya que faltan varios Metropolitanos más) con respecto a la nueva forma de movilizar a los limeños, aunque su impacto es insuficiente aún (hasta ahora no se llega ni al 4% de la demanda diaria de pasajes) es la muestra a seguir y debemos apoyar su consolidación definitiva.
Pero este gran esfuerzo no solucionará el problema central, no todo se resuelve técnicamente, menos cuando de seres humanos y sus expresiones se trata. Desde ceder correctamente el paso a otros vehículos, el fiel cumplimiento de las básicas normas de tránsito, circular permanentemente por la derecha, fundamentalmente los vehículos de transporte público, el uso adecuado de las luces vehiculares, el respeto irrestricto al peatón, el cómo acceder a la licencia de conducir, la supervisión del tránsito por autoridades honradas, sanciones drásticas a los incorregibles, etc. Todo lo mencionado pasa por una auténtica revolución vial en nuestra patria, tenemos que pisar todos los callos necesarios y dolerá.
La otra cara de esta REVOLUCIÓN, es lo que la Autoridad debe realizar con la ciudadanía, niños, jóvenes y adultos, de toda condición socioeconómica, la carencia de Prevención en seguridad Vial es a todo nivel y es aquí donde se debe trabajar el FONDO del problema; aquí radica el problema central, el factor humano, valores, interacción solidaria en la vía pública, conductas públicas, Policía especializada en la supervisión del tránsito, etc.
Consultor Senior en seguridad vial de el CETTEZ de EnginZone
Instructor certificado del National Safety Council