Tecnología y distracción
Existe gran cantidad de factores que pueden provocar que la conducción no sea tan eficiente y sobre todo segura
como debería ser. Una vez más la tecnología pone al servicio del ser humano instrumentos diseñados para facilitar
su vida, pero no siempre estos están en rigor y armonía con aspectos sustantivos de la seguridad vial, como por ejemplo,
en la conducción de vehículos motorizados.
Hoy contamos con navegador GPS instalado en el vehículo que sirve para auxiliar al conductor indicándole locaciones, el teléfono celular incluido el sistema manos libres, radio para escuchar Música o noticias (aquí el problema está en la manipulación del dial), porque se puede perder atención en la vía.
Toda la tecnología existente debemos activarla y programarla antes de iniciar nuestro desplazamiento. No podría ser de otro modo, los conductores van incorporando con el paso del tiempo estas nuevas herramientas tecnológicas, incluyendo las lecturas y respuestas de correos electrónicos conduciendo a través de los famosos black Berry en mano, esto es PELIGROSíSIMO.
Estos instrumentos, muy buenos sin duda, responden a finalidades diversas, como aumentar la seguridad, mejorar la comodidad en la comunicación inmediata o facilitar la orientación y llegada a destino de los conductores, entre otras, eso no lo discuto. En general, se trata de tecnología que mejora las prestaciones para los seres humanos. Pero otro asunto es el mal uso de estas herramientas tecnológicas, muy sofisticadas, cuando las incorporamos a la conducción, porque aumentan significativamente las actividades con capacidad de distracción dentro del vehículo y en última instancia, el riesgo del incidente o accidente vial. Por consiguiente, podemos estar ya hablando de DISTRACTORES TECNOLóGICOS, herramientas tecnológicas que si no se usan correctamente desvían la atención de los conductores en la vía pública. Estas tecnologías muy pronto estarán encabezando las estadísticas como causa principal de un accidente vial, así como el exceso de velocidad desplazó a la ebriedad, la distracción ya está calentando motores para ubicarse en LA PRIMERA colocación si no se hace nada al respecto.
Hoy contamos con navegador GPS instalado en el vehículo que sirve para auxiliar al conductor indicándole locaciones, el teléfono celular incluido el sistema manos libres, radio para escuchar Música o noticias (aquí el problema está en la manipulación del dial), porque se puede perder atención en la vía.
Toda la tecnología existente debemos activarla y programarla antes de iniciar nuestro desplazamiento. No podría ser de otro modo, los conductores van incorporando con el paso del tiempo estas nuevas herramientas tecnológicas, incluyendo las lecturas y respuestas de correos electrónicos conduciendo a través de los famosos black Berry en mano, esto es PELIGROSíSIMO.
Estos instrumentos, muy buenos sin duda, responden a finalidades diversas, como aumentar la seguridad, mejorar la comodidad en la comunicación inmediata o facilitar la orientación y llegada a destino de los conductores, entre otras, eso no lo discuto. En general, se trata de tecnología que mejora las prestaciones para los seres humanos. Pero otro asunto es el mal uso de estas herramientas tecnológicas, muy sofisticadas, cuando las incorporamos a la conducción, porque aumentan significativamente las actividades con capacidad de distracción dentro del vehículo y en última instancia, el riesgo del incidente o accidente vial. Por consiguiente, podemos estar ya hablando de DISTRACTORES TECNOLóGICOS, herramientas tecnológicas que si no se usan correctamente desvían la atención de los conductores en la vía pública. Estas tecnologías muy pronto estarán encabezando las estadísticas como causa principal de un accidente vial, así como el exceso de velocidad desplazó a la ebriedad, la distracción ya está calentando motores para ubicarse en LA PRIMERA colocación si no se hace nada al respecto.
Consultor Senior en seguridad vial de el CETTEZ de EnginZone
Instructor certificado del National Safety Council