Rumbo al Orden

12 de Marzo del 2014

L
uego de muchos años de involución y de sustituir buses y tranvías (ambos con choferes uniformados, supervisores y paraderos) por microbuses, coasters, combis, taxis y mototaxis, hoy vemos una luz en el túnel y un norte común a la Municipalidad y al Ministerio de Transportes. Este consiste en el desarrollo y la proyección del transporte público mediante buses articulados en corredores con otros buses alimentadores, trenes eléctricos elevados y un futuro metro. Transportes masivos, cuyo crecimiento irá reduciendo considerablemente tiempos de viaje, costos de transporte, contaminación ambiental y accidentes; haciendo más seguro y agradable el transporte de un lugar a otro. La experiencia de muchas ciudades donde estos sistemas ya operan demuestra que los ciudadanos que tienen auto optan por utilizar el eficiente transporte público porque les representa ahorro en tiempo y dinero, más aún con un combustible que mantendrá constante incremento en su precio. Sumado a la creciente escasez de estacionamiento público y al encarecimiento de las playas de estacionamiento pagado.

Esta modernización de nuestro transporte público debe ser acompañada de otros cambios. Necesitamos urgentemente una Policía que se respete para que se haga respetar; que, en vez de estar persiguiendo autos con lunas negras, se dedique a retirar de circulación a los más de 600 mil vehículos que no pasan la revisión técnica, a los más de 500 mil que no pagan el SOAT y a camiones sin luces en la carretera; a sancionar a los choferes de combis y taxis que impunemente se pasan las luces rojas y a los miles de conductores que no tienen brevete; así como a los cientos de choferes de combis y buses que se jactan de ser los que más papeletas tienen. Nada lograremos gastando en más patrulleros inteligentes y en motos policiales si no logramos un profundo cambio en quienes los conduce; un cambio que garantice el orden y el respeto.

También tendremos que recurrir al dormido bono de chatarreo, que contribuirá a retirar de circulación a vehículos peligrosos y que ayudará a que varias combis y coasters se cambien por buses urbanos grandes. Con ellos se reducirá el número de vehículos para transportar la misma cantidad de pasajeros y descongestionar más rápido la ciudad.

Mientras la sustitución de combis y taxis por buses y trenes se va dando. Hay que ir implementando diversas técnicas de administración de tránsito. Entre ellas: incrementar el número de avenidas con semáforos inteligentes y los cruces a desnivel en las vías donde los estudios lo determinen, fomentar incentivos para el uso de ciclovías y para la formación de pool en autos particulares, como ya se hace en las principales ciudades de Norteamérica. Asimismo, hay que seguir implementando avenidas de doble vía de arto tránsito y también seguir insistiendo en el proyecto de la Fundación Transitemos con el Rotary Club, de evitar bloquear los cruces.

Evidentemente, el camino aún es largo y está lleno de puntos por empezar, mejorar o concluir. Juntos, sin embargo, será posible llegar a la meta: el orden.

Edwin Derteano
Consultor Automotriz y presidente de la Asociación Automotriz del Perú (AAP)
Fuente: Ruedas & Tuercas 27/02/2014